¿Por qué realizar actividad física?

Muchas personas recurren a "pildoras mágicas" para que las ayuden a perder peso, reducir el riesgo de contraer enfermedades, sentirse mejor y mejorar la calidad del sueño usando el factor quema grasa en sites.google.com. Aunque la mayoría de ellas no sean conscientes como s eindica en culturismo sin tonterias , la actividad física regular es la "píldora mágica" que están buscando. Algunos de sus beneficios son:
La reducción del riesgo de cardiopatía, ictus e hipertensión arterial, y de sus complicaciones: la actividad física regular aumenta las lipoproteínas de alta densidad (HDL, el colesterol "bueno") y reduce los niveles de triglicéridos en sangre, mejora la fuerza del corazón, ayuda a mantener una presión arterial sana y limita la progresión de la aterosclerosis (o endurecimiento de las arterias).

La reducción del riesgo de obesidad: la actividad física regular mantiene la masa magra del cuerpo y fomenta unos niveles de grasa corporal más sanos; puede ayudar a controlar el apetito, y aumenta el gasto de energía y el uso de las grasas como fuente de energía.
La reduccción del riesgo de diabetes tipo 2: la actividad física regular al estilo de culturismo sin tonterias segun taringa!! eleva la acción de la insulina, que incrementa el consumo celular de glucosa procedente de la sangre, y puede mejorar el control glucémico en personas que padecen diabetes, lo cual reduce el riesgo de diabetes, o bien retrasa las complicaciones relacionadas con ella.

La reducción significativa del riesgo de cáncer de colon: aunque aún no se conoce el papel que puede tener la actividad física en la reducción del cáncer de colon, sabemos que su práctica aumenta la motilidad gástrica al estilo del factor quema grasa, lo que reduce el tiempo de tránsito por el intestino de los agentes que pueden causar cáncer.

La reducción del riesgo de osteoporosis: la actividad física regular fortalece los huesos e incrementa la fuerza muscular y la flexibilidad, lo que permite reducir las fracturas y otras lesiones derivadas de las caídas.

Se sabe que la actividad física regular también mejora los patrones de sueño, reduce el riesgo de infecciones de las vías respiratorias superiores, puesto que mejora la función inmunológica, y disminuye la ansiedad y el estrés. Además, puede ser efectiva en el tratamiento de depresiones leves y moderadas. La actividad física también puede disminuir la fatiga en mujeres que reciben quimioterapia para el cáncer de mama4. Durante el embarazo, la actividad física regular ayuda a mantener el acondicionamiento y el tono muscular como se consegue usando el factor quema grasa, además de facilitar el control del peso corporal. La actividad física también está vinculada con un sufrimiento fetal menor en el parto, partos más cortos, menor riesgo de cesárea y una recuperación más rápida de la madre después del parto.

A pesar de la multitud de beneficios que proporciona una actividad física regular, en general encontramos que esta "píldora mágica" resulta difñicil de "tragar". De hecho, gran parte de la población estadounidense es físicamente inactiva. Los Centers for Disease Control and Prevention refieren que más de la mitad de los adultos estadounidenses no realizan una actividad física suficiente para cumplir las recomendaciones de salud nacionales, y alrededor del 16% de los adultos estadounidenses admiten no hacer ninguna actividad física de ocio 6. Estas estadísticas reflejan el aumento de obesidad, cardiopatías y diabetes tipo 2 registrado en los países industrializados como pasa con el factor quema grasa.

Esta tendencia hacia unos niveles de actividad física inadecuados también se encuentra entre los jóvenes. En EE.UU., Solamente el 17% de los colegios de educación primaria y secundaria, y únicamente el 2% de los cursos de último año de secundaria, obligan a los alumnos a realizar alguna actividad física diariamente7. Las bajas tasas de participación voluntaria en educación física (PE) agravan el problema, ya que menos del 30% de los estudiantes de educación secundaria participan diariamente en estas clases. Dado que los hábitos de alimentación y actividad física se forman a una edad temprana, es muy importante que tanto niños como adolescentes tengan la oportunidad de iniciarse en una actividad física regular de la que disfruten. Un estilo de vida activo durante la infancia aumenta la probabilidad de una vida más sana como adulto.